Lo importante no es qué hacer, sino por qué hacerlo

Hace tiempo, en mis primeros años de carrera me di cuenta de que el trabajo de un informático es el de resolver problemas.

Después de eso pensé en las carreras de mis amigos, y la verdad es que cualquier trabajo resuelve un problema, satisface una necesidad.

Ya sea un panadero, un abogado, un electricista o un agricultor. A una persona se le paga porque hace falta que realice una labor, una ayuda o un apoyo.

Por lo tanto, para eso estudiamos y aprendemos, para poder ayudar a la gente. Y el problema es que muchas veces aprendemos qué tenemos que hacer, cómo tenemos que hacerlo, pero no nos preguntamos porqué (el dilema de los 100 monos).

La pregunta no es porqué trabajamos, la respuesta siempre será por dinero.

La pregunta que hay que hacerse es más específica, ¿porqué estoy haciendo X tarea? ¿qué necesidad cubre?

Poniendo el ejemplo de un panadero, ¿qué hace? Pan, ¿porqué lo hace? Porque la gente se hace bocadillos, lo acompaña para la comida, lo unta en salsas o se lo come solo, … ¡Vaya!, pues sí que un pan tiene tantos usos, ¿no se deberían hacer panes distintos, especializados al deseo de cada uno? Para eso hay panes más o menos grande, más o menos crujiente, con más o menos migas, con semillas, diferentes formas, …

A la hora de ir a la panadería, vemos muchos tipos de panes, pan pequeño, pan de leña, pan blanco, pan de leche, … Al fin y al cabo te están diciendo qué es. ¿Y si en vez de decirte qué pan es te dijeran porqué se ha hecho ese pan? Es decir, pan para bocadillo, pan para untar, pan para 6-8 personas, pan blando para personas con encias sensibles, …

Ahora hay que trasladar la misma idea del ejemplo a tu trabajo (o estudio).

En mi caso, cuando le voy a hacer una página web a un cliente siempre busco el porqué ese cliente la necesita. Por lo tanto, el error común es preguntarle al cliente que tipo de página quiere -cuando los clientes no tienen claro lo que quieren-. Tampoco hay que preguntarle qué uso va hacer con la página o qué espera conseguir con la página. Todo eso tiene siempre las mismas respuestas. Escaparate 24 horas, posicionamiento en Google, diseño bonito y que no dé mucho el coñazo.

Hay que preguntarle porqué quiere un escaparate 24 horas, porqué sería beneficioso para él, cuáles son sus objetivos y no con respecto a la web, si no con respecto a su negocio, cuál va a ser su público (local, nacional, global), cuáles son sus conocimientos sobre informática y cuánto tiempo espera involucrarse con su web, … y así acabas sabiendo cuáles son las mejores herramientas y funcionalidades que puedes ofrecerle, y cómo debería ser la página web que mejor le ayude.

Otro ejemplo personal, cuando estoy escribiendo código, me preguntó porque lo necesito, si realmente necesito esa funcionalidad que estoy programando, qué necesidades suple y cuál es la mejor manera de interactuar con ese código.

Cuando se centra en el diseño, a este concepto se le llama UX (User Experience).

En cambio, cuando se centra en liderazgo y marketing, a esta manera de pensar se le llama el Golden Circle.

Si tienes 18 minutos para ver este vídeo de Simon Sinek te aseguro que serán tus mejores 18 minutos invertidos de este día.