Todo el mundo entiende lo que es un blog, ¿no?
Al fin y al cabo estas leyendo uno 😉
Normalmente en un blog se escriben entradas a diario o semanalmente, sobre un tema personal o profesional, y con una estructura de una entrada debajo de otra.
Eso es lo común, pero no es el única estructura de un blog, ya que un periódico digital, una web de álbumes de fotos, una web de galería de vídeos, o una web con un apartado de ofertas trimestrales tienen también el mismo formato. Por lo tanto, son del tipo de página web de blog.
Todas estas páginas tienen las mismas características.
Semejanzas
1. Se añade contenido con frecuencia.
Da igual si se escriben entradas a diario o de manera semanal, mensual, anual, …
Da igual si se añaden textos, fotos, vídeos, noticias, novedades, ofertas, …
Tener la posibilidad de añadir contenido, y mostrarlo en serie en la web, es la funcionalidad básica para categorizar a una página como tipo blog.
2. Hay que invertirle tiempo.
El contenido hay que crearlo.
Si son textos hay que redactarlos, si son enlaces hay que buscar a donde enlazarlos, si son imágenes hay que sacarlas y tratarlas, si son vídeos hay que maquetarlos, … Y eso es tiempo.
Para las empresa, recomiendo que la persona responsable de crear contenido esté dentro de la propia empresa, porque sabrá que contenido debe representar la imagen de ésta. También se puede buscar a alguien externo para que haga esta labor, pero en ambos casos, esa persona debe cobrar por su tiempo y su trabajo.
Por otro lado, si no se sabe interactuar con la web se le puede decir al informático que haga de intermediario, ya que introducir el contenido será solo copiar y pegar. Es tiempo, pero no llevará más de 5 minutos y el precio debería ser ínfimo (menos de 1€).
Pero si el informático debe tratar con el contenido, como revisar faltas ortográficas, traducir textos a otros idiomas, redimensionar o mejorar la calidad de la imagen, añadir subtítulos a los vídeos, … Ese trabajo es tiempo y se le debería pagar por ello.
3. Se deben de unir a las redes sociales.
Cuando añades contenido en tu página web tienes que decirle a la gente que has escrito algo nuevo, porque la gente no va a entrar a diario a tu página a ver si has escrito algo nuevo (a no ser que escribas a diario). Además, cuando compartes en las redes sociales un enlace a tu contenido nunca sabrás el alcance que puede llegar a tener, pero seguro que mucho más a que si no lo haces.
¿Con cuántas redes sociales deberías interactuar? Tú eliges, pero volvemos a lo mismo de antes, depende del tiempo que quieras invertir en cada una. Cada red social tiene su utilidad y su alcance, depende de tu contenido te puede ser más útil una u otra, pero si puedes estar en todas mejor.
Por otro lado, si alguien quiere tus servicios querrá saber la opinión de los demás, y eso se reflejará en las redes sociales.
No tienes que tener miedo a lo que diga la gente de tu empresa en las redes sociales, porque quieras o no lo dirán, y si estás activo siempre puedes rescatar a un mal cliente o pedir perdón o una aclaración de la situación.
Las redes sociales son el boca a boca digital.
4. No es necesario habilitar los comentarios, pero es recomendable.
Los comentarios sirven para que la gente interactúe con tu contenido, y contigo. Pero esto, a su vez, es tiempo.
Cuando creas una web tipo blog no vas a recibir desde el primer día comentarios constantemente ni te va a quitar mucho tiempo, al menos los primeros meses/años, dependiendo de la afluencia de visitantes que quieran comentar.
Es más, cuando la gente comience a comentar te darás cuenta de que tienes público y tendrás más ganas de añadir contenido. En resumidas cuentas, el ciclo sería así.
ACCIÓN #1: Subes contenido. Lo compartes en redes sociales.
REACCIÓN: Te llegan visitas.
ACCIÓN #1: Subes más contenido. Lo compartes en redes sociales.
REACCIÓN: Te llegan más visitas. Las visitas pasan a ser usuarios que comparten tu contenido.
ACCIÓN #1: Subes más contenido. Lo compartes en redes sociales.
REACCIÓN: Los usuarios lo difunden. Te llegan más visitas. Los usuarios comentan.
ACCIÓN #2: Respondes a los usuarios comentan.
…
Tiempo, tiempo, tiempo, … ¿Por qué debería hacer una web tipo blog?
Porque es la mejor manera de hacerte ver en Internet. Cuándo buscas algo en Google las primeras páginas van a ser de blogs y periódicos digitales. No es casualidad, son sencillamente las ventajas de tener una web tipo blog.
Una página web es una gota de agua en el oceánico Internet.
Ventajas
1. El posicionamiento web es mucho más fácil.
Al tener mucho contenido, muchos enlaces a tu página y muchas visitas tu página, ésta gana importancia con respecto al resto de webs de la competencia.
Si para tu negocio es imprescindible la presencia en Internet, tener un blog es obligatorio.
2. Amplias tu red de marketing.
Al añadir contenido útil estas animando a que la gente entre en tu página, y si unes el tipo blog, con el tipo tarjeta de visita tienes muchas posibilidades de que alguien quiera tus servicios.
También, al compartir en las redes sociales estas consiguiendo ampliar tu alcance.
3. Enséñale a pescar a un cliente y te comprará peces.
Ésta frase es la actualización a la anterior «Enséñale a un hombre a pescar, y comerá toda su vida».
En Internet es al revés, si le enseñas un hombre a pescar verá lo profesional que eres y muy posiblemente preferirá pagarte a ti para que pesques.
Esta reflexión en una de esas verdades que tienes en mente, pero hasta que no te lo dice otro no te convence.
Precios
Como ya se ha dicho, hay mucha variedad de estructuras blog, y eso significa que hay mucha variedad de precios.
Gratis
Si lo que se quiere es un blog básico de manera gratuita, siempre se pueden usar plataformas ya existentes, como WordPress.com.
Si lo que se quiere es tener es una galería de fotos, imágenes o vídeos de manera gratuita, una buena plataforma es Tumblr.
Con estas plataformas tienes un dominio poco serio porque usas el dominio de la plataforma, como por ejemplo, oropensando.tumblr.com.
Plataforma gratuita + Dominio propio
De este modo, usas la plataforma gratuita, pero le vinculas un dominio propio.
El precio de un dominio ronda los ~10€ al año.
Plataforma propia + Dominio propio
Si se quieren eliminar las limitaciones de las plataformas gratuitas para tener una mayor funcionalidad habrá que buscar un hosting. La suma de un hosting y un dominio tiene un coste de unos ~70€ al año.
Por otro lado, se tiene que usar una plataforma propia como puede ser WordPress.org.
Si no se quieren asumir más gastos, individualmente se puede buscar un theme gratuito y plugins acorde a sus necesidades.
Plataforma propia + Dominio propio + Web personalizada
En caso de que quiera una web con todas las funcionalidades que quiera, con un diseño personalizado, ya habría que hacer un presupuesto sobre qué funcionalidad necesita y cómo estructurar la página, tanto la visión a los usuarios como la administración de la web.
Poniendo un ejemplo, una página tipo blog tendrá un diseño en serie de entradas que se van añadiendo con el tiempo, con unos campos personalizados como una imágen, público objetivo, categorías, palabras claves, comentarios; con una barra lateral con las entradas más vistas, los mejores/últimos comentarios, el enlace a las redes sociales; y, un panel de administración para que un gestor se encargue de subir contenido. Es un resumen para que se hagan una idea, pero realmente hay más detalles.
Una página con estas características ronda unos 460€.
Obviamente, si tienes menos detalles, será más barata; y, si tiene más será más cara.
A su vez, una vez creada la página habría que ver la tarea mensual que tiene el informático a la hora de ayudar a subir contenido a la página. Si la página es autogestionable por la alguien de la empresa, no habría ningún coste al informática. Si no habría que calcular cuanta carga de trabajo se le da al informático.
Está bien conocer un precio relativo, pero cuando se quiere una página web no tiene que buscar según el precio, si no las necesidades que le cubren.