Un mes entero sin escribir, haciendo trabajitos por aquí y trabajitos por acá, y me ha dado que pensar, ¡y mucho!
Ahora empieza mi año. No el tuyo, el mío, pero lo compartiré contigo.
Hoy me he despertado con ganas de ganar, con ponerme metas y cumplirlas. Mañana ya se verá, pero hoy me he planteado muchos propósitos.
1. Acabar mi proyecto fin de carrera.
Desde luego, mira que me hago de rogar, pero este año lo acabo sí o sí, específicamente en junio.
2. Escribir 300 posts en un año.
¡Gran reto! Un año tiene 365 días, así que me toca darle caña al blog.
3. Ir, como mínimo, a 10 torneos de Ultimate Frisbee.
¡Como mínimo! Es casi como ir a un torneo de ultimate cada mes. Dudo que lo consiga, pero me gusta tenerlo como objetivo.
4. Subir código a GitHub.
Mira que me gusta programar, y estructurar, y optimizar, y personalizar, y coleccionar código. Pues ya es hora de compartirlo (de manera estructurada, claro).
Eso es todo… ¡NO!
No puedo ponerme más metas a largo plazo porque este año tengo muchas puertas abiertas ofreciéndome un futuro completamente randómico.
Eso no quiere decir que no me ponga metas a corto plazo, como por ejemplo, ir a la playa de Maspalomas un fin de semana, mejorar mi página de presentación con el efecto Parallax, o pedirle el teléfono a aquella camarera que tanto me gusta.
365 días dan para mucho.
Da igual si los objetivos son a largo o corto plazo, pero ¡sin metas no hay diversión!